Algunos queridos lectores de esta sección han expresado en una que otra ocasión que no le damos espacio a los periodistas jóvenes que destacan en muchos de los medios de comunicación, lo que no es cierto.
Aquí reconocemos las virtudes y defectos de muchos periodistas de radio, prensa escrita, televisiva y digital, pero como son tantos los comunicadores que hay en el país, es difícil escribir de todos, aunque no todos ejercen la profesión de la mejor forma ni se merecen este espacio.
Si hablamos de periodistas jóvenes, ahora son mayoría en todos los medios de comunicación, porque de las viejas generaciones muchos han fallecido y otros se han retirado o han sido despedidos por razones de edad.
De algunos veteranos también podemos decir que han salido del medio en el que trabajaron la mayor parte de su vida, sin el reconocimiento que se merecían, pero eso es algo interno de los medios de comunicación a lo que nos vamos a referir en otra ocasión.
MAURICIO ORTEGA
Entre los periodistas jóvenes está Mauricio Ortega, originario de El Porvenir, Francisco Morazán, quien se desempeña desde hace más de diez años en Radio América, empresa para la que ha trabajado en noticias generales, la fuente económica y ahora es uno de los coordinadores de espacios informativos.
Mauricio, por comentarios que hemos escuchado de algunos de sus colegas, es un muchacho humilde, muy dedicado a su trabajo y que ejerce el periodismo porque cree firmemente que esa es su vocación.
Trabaja en el periodismo porque es algo que le gusta, lo siente, lo disfruta y trata de mantener un buen perfil profesional y ético, con lo que se ha ganado la confianza de sus superiores, según los comentarios que hemos escuchado y leído de él.
No conocemos muchas interioridades de Mauricio Ortega, pero desde que le venimos escuchando, hace más de diez años, su desempeño lo podemos calificar de bastante bueno como reportero y conductor de espacios de noticias.
Incluso hemos notado los cambios que ha ido teniendo en su manera de hablar, presentar las noticias, comentarlas o hacer alguna interpretación, tratando de guardar el equilibrio informativo.
Mauricio no es de esos reporteros jóvenes que han querido abrirse campo en la radio gritando las noticias, sino dándolas de la manera más natural, sin pretender imponer una voz que no tienen o querer imitar a alguien, como ocurre con algunos reporteros que pareciera que se preocupan más por la voz que por lo que informan.
Los radioescuchas van a preferir siempre al periodista que, aunque no tenga una gran voz, le informe correctamente de lo que está ocurriendo en el país o cualquier parte del mundo.
Hay periodistas jóvenes que cuando fingen su voz, comienzan con un tono y terminan con otro, porque no pudieron impostarla durante toda su intervención al dar una noticia.
Otros creen que entre más gritan las noticias, mejor las escucha el público, mas no saben que las palmas siempre se la llevan aquellos que hablan correctamente, que dan la noticia completa y que no escandalizan.
Otro problema con los que gritan, es que muchas veces atropellan el idioma, no pronuncian correctamente algunas palabras, se equivocan con más frecuencia cuando leen o hablan muy acelerados y hasta se terminan confundiendo en lo que dicen.
Por respeto al radioescucha, el periodista debe dar las noticias como han ocurrido, nada de estar quitando o poniendo cosas que no se dieron, ni editorializar, ni emitir juicios valorativos que por lo general son subjetivos y solo sirven para quedar en entredicho con el público.
De Mauricio Ortega también hemos sabido que en su infancia y adolescencia trabajó a la par de su padre cortando café en el sector de Sulaco, Yoro, hacia donde se trasladó su familia que tenía tierras en esa región productiva del país.
Conocemos muchos casos de hondureños que con alguna dificultad sus padres los enviaron a estudiar a la capital, donde lograron culminar una carrera universitaria.
Lo bueno en la mayoría de estos casos, es que aquellos muchachos comprendieron el esfuerzo de sus padres y se dedicaron a estudiar. No los defraudaron perdiendo el tiempo vagando o metidos en vicios, como ocurre con algunos jóvenes hijos de familias con solvencia económica.
En la práctica, pareciera que hay mayor conciencia entre los jóvenes que vienen de familias pobres, que en aquellos que nunca han deseado nada porque siempre lo han tenido todo, llegando al extremo del derroche porque sus padres quizá creyeron que con el dinero resolverían todos los problemas de sus hijos. Craso error.
También hay casos de jóvenes de familias pobres, desconsiderados, que no valoraron el esfuerzo de sus padres para enviarlos a la capital o cualquier otra ciudad y desaprovecharon la oportunidad que tuvieron para estudiar.
Mauricio Ortega parece ser de esos jóvenes que aprovechó la oportunidad de que sus padres pudieron enviarlo a estudiar primero magisterio a la Escuela Normal Mixta Pedro Nufio y después a la Universidad, donde se graduó de periodista.
Ahora es uno de los coordinadores de noticieros de Radio América y conductor de un nuevo programa en horas de la tarde, que es un tren informativo en el que bajan y suben “pasajeros” dando a conocer las noticias desde otro ángulo, muy ameno.
Esperamos que Mauricio siga creciendo como profesional y nosotros no estar equivocados en los mejores conceptos que tenemos de su trabajo profesional en Radio América.
Saludos mis siempre caros y fieles lectores, y hasta la próxima.
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