sábado, 25 de febrero de 2012

Un alto al cigarrillo




Fumar es su decisión, los que muchas veces no tienen oportunidad de decidir si inhalan o no humo de cigarrillo son quienes no fuman. Pero con la puesta en vigencia de la Ley Antitabaco se busca proteger a los que no fuman y ayudar a los que lo hacen.
Por otra parte, con esta disposición se espera disminuir el consumo desmedido del tabaco en el país, ya que es un problema que afecta a todos. Y en vista de este gran logro, Superguía Salud consultó a autoridades de instituciones sanitarias que están directamente involucradas con esta ley.
Por el bienestar de la población
La subdirectora del Instituto Hondureño para la prevención del Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia (Ihadfa), Corina de Alvarado, manifestó que "queremos erradicar este flagelo, pero como erradicarlo es difícil, debemos contribuir a disminuirlo en toda la población hondureña".
Y aunque al inicio de la puesta en vigencia de esta ley los fumadores rechazarán esta medida de prevención, al final es una disposición que beneficiará a todos, por lo que la jefe de neumología del Instituto Nacional Cardiopulmonar y del Tórax, la doctora Suyapa Sosa, agregó que "si bien es cierto sentimos que los fumadores tienen un poquito de rechazo, a la larga esta ley será beneficiosa para ellos también".
"Este vicio lleva al fracaso"
La adicción es una enfermedad, aunque desafortunadamente el tabaco es una droga legal. El proceso de adicción de un fumador se da paso a paso hasta llegar a la tolerancia y al consumo desmedido.
Como el caso de don Manuel Zúniga, de El Porvenir, Francisco Morazán, quien comenzó a fumar a los 14 años de edad y a los 21 ya era adicto al tabaco.
Durante 52 años el cigarrillo hizo estragos en su organismo, y aunque hace cuatro años dejó de fumar, recurrió al Hospital del Tórax con la esperanza de que puedan salvar su vida, ya que se le ha diagnosticado EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) en grado 4, y se le están realizando otros estudios para determinar si padece alguna otra enfermedad. Su estado de salud es crítico, y a sus 70 años de edad no hay día que no se arrepienta de haber fumado tanto. Su mensaje a los fumadores es "que la gente deje de fumar, les pido de favor que dejen ese vicio, que mejor busquen al Señor, no este vicio que los va a llevar directo al fracaso".
Quienes consumen tabaco son dependientes de él, por lo que al no fumar con la frecuencia acostumbrada sufren del síndrome de abstinencia, que en los primeros tres días es sumamente fuerte, por lo que presentan dolores de cabeza, tensión, irritabilidad, deseo irrefrenable de fumar, dificultad para concentrarse, somnolencia o insomnio y aumento del apetito y de peso, porque el cigarrillo inhibe el apetito.
Programas de ayuda
Aunque esta ley principalmente nace con el deseo de proteger a los no fumadores, el Ihadfa, el Hospital del Tórax y otras instituciones sanitarias desarrollarán programas de apoyo con clínicas de cesación tabáquica, que se espera comiencen a funcionar en el primer semestre de la puesta en vigencia de la Ley Antitabaco.
La clínica de cesación tabáquica funcionó durante varios años en el Hospital del Tórax, con mucha demanda de fumadores, pero los fondos que se necesitan para mantenerlas son muy elevados; no obstante, esta ley contempla un apoyo permanente para las clínicas de cesación, para ofrecer una alternativa a todos los fumadores que quieran dejar el cigarrillo. En las clínicas de cesación tabáquica, interviene un equipo multidisciplinario conformado por neumólogos, psicólogos, psiquiatras, nutricionistas y terapistas.
En el caso del Ihadfa, cuenta con el Centro de Atención Integral (CAI), que es otro de los programas de apoyo a los fumadores que quieren dejar de consumir tabaco. Este programa se implementará en otros hospitales del país.
Prohibiciones y sanciones
La Ley Antitabaco prohíbe el consumo de tabaco en los espacios cerrados públicos y privados, tales como edificios, centros comerciales, oficinas, estacionamientos, centros educativos, de entretenimiento, restaurantes, medios de transporte, terminales y cualquier otro lugar cerrado o techado.
Además, se prohíbe la venta de cigarrillos por medio de máquinas expendedoras, venta o donaciones a menores de 21 años, toda forma de publicidad, venta en paquetes menores de 20 ó 10 unidades, así como unidades individuales, entre otras.
Las sanciones que se aplicarán a quienes violen lo estipulado en esta ley serán multas de un salario mínimo diario a las personas, y dos salarios mínimos a los dueños o propietarios de establecimientos, el decomiso y destrucción del producto, y en casos graves el cierre de operaciones de establecimientos.

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